Hace ya varios inviernos que, con mi título bajo el brazo, miré por primera vez el mundo desde los ojos de un profesional de la Psicología Social…
Y ahora, qué puedo hacer? Me pregunté.
¡TODO! Fue la respuesta inmediata, entre idealizada e ingenua.
En todos lados hay grupos funcionando: en educación, justicia, deporte, tercera edad, en una organización municipal o barrial. También podemos convocar a la formación de espacios y así abordar temáticas de nuestro interés, de manera independiente.
Siempre habrá lugares donde la vulnerabilidad de los sujetos sea tal, que necesite de un operador social que los acompañe para protagonizar un proceso de empoderamiento.
Es una realidad. Hoy cada vez son más las organizaciones que convocan a los Operadores en Psicología Social a integrar equipos interdisciplinarios para la resolución de sus actividades concretas, para abordar ámbitos desfavorables, sin embargo aún cuesta instalar socialmente el reconocimiento de nuestra tarea específica.
¿Me pregunto si faltará conocimiento sobre nuestro quehacer? ¿O nos faltará cómo profesionales, saber sobre nuestras posibilidades y habilitarnos para el ejercicio del rol?
Tal vez, la pregunta tendría que ser otra:
¿Cómo lo puedo hacer? Al interior de este interrogante surge, entonces, la búsqueda personal antes que profesional.
Me propongo pensar que ser Operador en Psicología Social implica:
Cada uno de estas instancias son posibles ámbitos de desempeño profesional, pero no son los espacios sociales más vulnerables o necesitados que concebí como sitio de posible acción, y justamente por eso los cité: porque considero que la primera tarea del operador en psicología social es la de instalar la psicología social como forma de vida, como nueva manera de mirar el mundo.
Reflexionar desde el paradigma del conocimiento como construcción colectiva, donde el abordaje de los vínculos no es tarea obligada entre los que menos tienen o saben o pueden, el abordaje de los vínculos nos incluye en cualquier lugar que ocupemos. Pensar nuestro modo de relacionarnos fortalece nuestra tarea.
Si tener un proyecto de vida es motor fundamental en el acontecer de los sujetos, acompañar para que éste proyecto se ligue a la idea del aprendizaje con otros, en la construcción colectiva de los valores sociales, ya no solo nos permite un hacer como Operadores en Psicología Social, sino que nos habilita en un hacer como sujetos coherentes con el pensar y el sentir.
Soy Operadora en Psicología Social… y ahora? A trabajar personal y profesionalmente para hacer posible lo que el discurso ya hizo audible.
Fabiana Rodríguez
Operadora en Psicología Social y Profesora de Psicología Social