Recuerdo aquel diciembre del 2017 cuando me recibía llena de ilusiones, había soñado decenas de veces como armar mi consultorio, que iba a poner en mis tarjetas personales, me compre una agenda pensando en llenarlas con nombres de consultantes. Todo esto sonaba hermoso, pero ¿de dónde saldrían esos consultantes? ¿caerían del cielo? ¿aparecerán por arte de magia? ¿Cuánto tiempo tardaría en llenar esa agenda?
Yo quería vivir de la profesión y entonces me dije “tengo que mostrar que es valiosa, que un Counselor posee herramientas para trabajar en promoción y prevención de la salud psicoemocional”; y para hacerlo tenía que salir del consultorio y comprobar que no estaba equivocada.
Unos meses antes de recibirme conocí integrantes de una ONG; uno de ellos me había dicho, cuando te recibas podrías sumarte. Decidí hacerlo, con miedo, insegura, pero con la certeza de que esta profesión es lo más, arranque como voluntaria y comencé a crecer, primero eran talleres de prevención, empecé con dos, la misma necesidad me llevó ampliar, meses después alguien decidió financiar mis talleres, y esa misma necesidad me llevó a seguir ampliando mi trabajo y sumando otros profesionales con los que armamos una red que nos sostuvo en el tiempo y nos impulsó a crecer. Aprender a detectar el campo laboral que posee el Counseling fue mi trampolín para desarrollarme y crecer.
Me gustaría continuar Citando a Carl Rogers;
Estos dos párrafos describen mi sentir, desde lo más profundo de mi ser, y cuando digo mi ser me refiero, a mi ser persona y a mi ser profesional. Estas dos partes fusionadas buscando la realización cada mañana cuando comienza mi día, sin saber que me va a deparar, yendo al encuentro de lo que surja, en muchas ocasiones aceptando la confusión, la incertidumbre, los miedos y también los altibajos emocionales cuando algo no sale como lo deseo o cuando lo que surge duele más de lo que imaginaba.
En estos cinco años de profesión el amor hacia el Counseling jamás dejó de crecer dentro mío, donde quiera que vaya pienso: “Acá hace falta un Counselor”.
Nuestra sociedad necesita de Counselors que se animen, que se arriesguen, que sueñen, que proyecten, que se abran a nuevas ideas, que se permitan equivocarse aprendiendo y que crezcan en su profesión.
¿Cómo podés detectar el campo laboral que posees como profesional?
Mirando a tu alrededor, en tu lugar de trabajo, en el gimnasio, en el club, en el colegio de tus hijos, en la cola del supermercado, en tu barrio, con los padres del colegio, observando a los amigos de tus hijos, a las mamás del club, a las maestras del colegio de tus hijos, y podría seguir nombrando.
Vivimos rodeados de necesidades no satisfechas, de conflictos internos y/o externos, perdidas, ansiedad, miedos, incertidumbres, crisis familiares, frustraciones que las personas atraviesan en diferentes etapas de sus vidas. A esto me refiero cuando hablo de campo laboral, a mirar a nuestro alrededor con sensibilidad para percibir las necesidades y ofrecer nuestra ayuda profesional con la certeza de que podemos incursionar en nuevos espacios.
Counselor Paola Hullk